CÓMO APROVECHAR LA ENERGÍA DEL SOLSTICIO

Debo confesar que particularmente el inicio del verano siempre me ha parecido la mejor época del año, no sólo porque con su llegada se acerca mi cumpleaños, sino porque tengo la sensación de que es la época del año en que la gente sonríe más, anda más alegre, como en mood vacacional. Incluso la ciudad se siente distinta. ¿Lo han notado?

Hoy quiero contarles un poco de la energía del solsticio, de cómo se vive desde la perspectiva del yoga, pero sobre todo de cómo podemos aprovecharla.

El solsticio de verano ocurre cuando el sol entra al signo de cáncer. En muchas religiones, culturas y civilizaciones, desde tiempos inmemorables se celebra al astro rey, entre el 20 y 24 de junio. Reconociéndolo como el gran dador, por ser la fuente de luz, calor, energía que hace posible la vida en nuestro planeta. También se le llama Padre, porque fecunda a la tierra, nuestra madre y de su unión la vida florece como una constante expresión de abundancia y belleza.

Este 2016 en particular, estamos viviendo un fenómeno que no se veía desde hace aproximadamente 70 años, en donde la energía de la luna llena y el astro rey se encuentran opuestas. Seguramente se han sentido muy cansados, confundidos, inquietos, con insomnio… Esto se debe a algunas alineaciones planetarias que incluso han provocado, según los astrólogos, algunos de los acontecimientos de los últimos días, donde la intolerancia y la violencia han sido desmedidos.

La llegada del solsticio marca el momento idóneo para apartar todo lo malo y abrir las puertas a nuevas ilusiones y proyectos. Es tiempo de cambiar la suerte a nuestro favor, de atraer el amor, de alejar la enfermedad, de conseguir trabajo y dinero.

Por otro lado, es un periodo increíble para encontrar el camino y hallar respuestas a las inquietudes sustanciales de la existencia. Las energías del Universo trabajan para provocar revolución, cambio y abundancia.

Se dice que es un gran momento para agradecer a la vida.

En la antigüedad se celebraban diversos rituales para honrar la fertilidad y dar gracias a la tierra, al aire, al agua y al fuego por las cosechas. Tenían la convicción de que todo lo que existía bajo el sol tenía energías sutiles y espirituales.

Eso me hizo pensar en lo que hemos venido platicando en nuestras últimas prácticas, sobre la desconexión que tenemos con lo sagrado. Hoy enaltecemos un auto último modelo, un viaje en primera o una casa con alberca. Antes, se veneraba el árbol que da frutos, el agua de un río, el aire puro o al propio cuerpo. Antes era sagrado lo que te regalaba el universo. Hoy, lo que tiene el más alto signo de pesos.

Es por eso que aquellos que practicamos yoga celebramos el solsticio realizando ofrendas que nos sincronizan con los ciclos naturales y nos recuerdan nuestra conexión con el todo.

De hecho, el solsticio es una gran época para la preservación de la vida. De ahí que todo lo que se haga para el bienestar físico y mental da resultados extraordinarios. Esta es una de las razones por las cuales hoy se celebra el Día Internacional del Yoga. Por todos los beneficios que esta práctica tiene en nuestra salud física, mental y espiritual.

Generalmente este día se practican los tan mencionados: 108 saludos al sol. Es una ofrenda a todo lo que somos. En esta práctica se une la mente con el cuerpo y el espíritu, en un acto de dar y recibir (inhalar y exhalar) y ofreciéndole al astro rey nuestro agradecimiento, intención y devoción.

El 108 es un número completo. En donde el 1 representa la unidad, la totalidad, Dios. El 0 representa el vacío de donde todo surge y hacía donde todo va. El 8 representa lo eterno, el infinito. Y la suma de estos tres números dan 9 el número que contiene 3 veces el número divino. De esta manera, repetir algo 108 veces, nos da un resultado de totalidad y complitud.

¿Y cómo aprovechamos la energía expansiva de estos días?    

El solsticio representa un portal, una puerta, para dar el salto de una realidad a otra. Y para ello es importante quemar todo lo viejo, mediante el acto de arrojar al fuego de la hoguera todo lo inútil, lo que ya no puede convivir con la nueva personalidad naciente. De la misma forma que todo es cíclico, nuestra naturaleza interna también tiene que renovarse.

Así que les compartimos un pequeño ritual para beneficiarnos de la energía expansiva del verano.

1.Escribe en un papel todos tus patrones viejos, todas esas cosas de ti o de tu comportamiento que ya no te sirven, que te estorban.

2. Prende una vela y quema ese papel (idealmente haz una pequeña hoguera con cuidado de no quemar tu casa)

3. Mientras se quema, baila alrededor de la vela y canta el mantra que más te guste. En caso de no tener o conocer alguno, te recomendamos Sita Ram (puedes encontrarlo en youtube o en spotify)

4. Finalmente haz una ofrenda al Sol para que guíe tu camino hacia la felicidad y la abundancia.

¿Estás listo para cambiar tu vida?

Namaste.