El tercer yama (códigos éticos) de los 8 pasos del Ashtanga Yoga, que todo practicante de yoga comprometido debe seguir es ASTEYA: NO ROBAR
En su nivel más superficial, practicar Asteya significa literalmente, no robar algo que no es nuestro. Lo cual no solo se remite a objetos materiales, también a no robar la energía, las ideas y el tiempo de los demás. Tiene que ver con no acumular cosas que no necesitamos, consumir sin pensar recursos naturales y desear lo que otros tienen, es decir no ser codiciosos o envidiosos.
La necesidad de robar, ya sea material o de otra manera, a menudo proviene de la creencia subconsciente de que no hay suficiente o no somos suficientes, provocando en nosotros actitudes codiciosas o de acaparar y acumular. Por lo que detrás de asteya hay una invitación a la aceptación, a soltar el querer controlarlo todo, a dejar de ver hacia afuera creyendo que personas, cosas o situaciones externas nos traerán felicidad, sensación de plenitud y seguridad.
Asteya nos recuerda que somos seres que vivimos en total abundancia, que siempre hay para todos, que cada quien tiene talentos únicos que se necesitan en este tiempo y espacio, por lo que todos somos importantes y valiosos en esta existencia.
Asteya es un recordatorio de que en esta experiencia llamada vida, nada falta, nada sobra, todo es perfecto tal cual es.
¿Estás list@ para cambiar tu vida?
Juntémonos a hacer yoga
Namaste