Una de nuestras grandes pasiones es compartir con ustedes los tesoros que guarda nuestra práctica de Ashtanga Vinyasa Yoga más allá de las posturas y que comiencen a tomar conciencia de todo lo que pueden aprender de sí mism@s si trascienden lo físico y comienzan a conectar con las sutilezas de su practica.
Como suelo decir, el tapete es el reflejo de nuestra vida, como somos en el tapete lo somos fuera de él. Y si tenemos la valentía y el coraje de mirar esas conductas, esos pensamientos, esas emociones y sensaciones en el cuerpo que nos ocurren durante la práctica, sí podemos mantener nuestra atención consciente y observar sin juzgar lo que vamos sintiendo, entonces la verdad nos será revelada. Es decir, podremos utilizar la practica como una guía infinita hacia la sanación de nuestros condicionamientos, patrones y programaciones. Así de profunda y sanadora es, tan solo si estamos abiertos a aprender de ella.
En esta primera entrega, hablaremos de la APERTURA DE PECHO la cual tiene muchas implicaciones a nivel físico, mental, emocional y espiritual que hoy trataremos de resumir aquí.
EL LADO PSICOLÓGICO:
Psicólogos como Wilhelm Reich y Alexander Lowen reconocidos por sus aportaciones a la bioenergética, investigaron la conexión entre la postura física, la expresión y los sentimientos. Encontraron que así como lo que pensamos y cómo nos sentimos se expresa en nuestra postura física, nuestra postura física tiene un efecto sobre nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, la imagen que representamos y las respuestas posteriores que recibimos de los demás.
Por ejemplo: encontraron que los hombros redondeados y la columna encorvada se asocian típicamente con la postura de alguien que es menos seguro, tímido, temeroso o posiblemente deprimido. Rodeamos nuestros hombros y nos inclinamos hacia adelante para proteger nuestro corazón mientras llevamos nuestras heridas emocionales, psicológicas y/o espirituales. Como nuestro sistema nervioso es un sistema de retroalimentación, al adoptar esta postura, nuestro cerebro recibe esta información y la guarda como una postura segura, un espacio seguro para esconder bajo nuestra coraza esas inseguridades, falta de confianza, heridas emocionales.
Sin embargo, como bien lo apuntan los psicólogos, también sucede al revés que la mala postual corporal nos pueda afectar emocional y mentalmente. Como ya lo hemos conversado en post anteriores, una mala postura sostenida por largo tiempo provoca cambios estructurales en ella. Lamentablemente vivimos en la época de la hora nalga, en donde pasamos la mayor parte del tiempo sentados, frente a una pantalla y en donde no precisamente nos sentamos bien. Esto contribuye también a que nuestra espalda alta se jorobe, nuestro pecho vaya hacia dentro y nuestros hombros roten, en el caso de algunas mujeres que solemos usar tacones altos y bolsas pesadas, esto también influye en que nuestro cuerpo adopte posturas que a la larga nos pueden traer consecuencias de salud física, mental o emocional.
ABRIR EL PECHO Y SUS IMPLICACIONES FÍSICO – EMOCIONALES.
Desde la visión de la Medicina Tradicional China las emociones tienden a almacenarse en órganos específicos y sus músculos correspondientes. Para eso les dejamos una imagen de los músculos que intervienen en la apertura del pecho, para que haya una mejor comprensión de lo que hablamos.
El pectoral mayor está asociado con los órganos del estómago y el hígado. Ambos órganos son vitales para nuestra digestión y la asimilación de nutrientes, mientras que el hígado también juega un papel vital en la desintoxicación. El estómago se relaciona con las emociones involucradas en la simpatía excesiva. La emoción para el hígado es la ira.
El músculo dorsal ancho está asociado con el páncreas, otro órgano importante de la digestión y la regulación del metabolismo del azúcar en sangre. Emocionalmente, el páncreas se relaciona con baja autoestima, desesperanza y desconfianza. Físicamente, la función óptima de estos órganos es importante para nuestra salud en general. Emocionalmente, son los nutrientes de la aceptación, la confianza y el perdón los que nos permiten digerir, asimilar y desintoxicar las heridas que albergamos en nuestro corazón.
El pectoral menor es un músculo mucho más pequeño que se encuentra unido al pectoral mayor. Inclina los omóplatos (escápulas) hacia adelante y ayuda a alejarlos entre sí en una acción llamada prolongación. Los músculos antagonistas de estas acciones son el trapecio medio e inferior y los músculos romboides. El trapecio inferior arrastra los omóplatos hacia abajo, alejándolos de las orejas, mientras que los músculos trapecio medio y romboides atraen los omóplatos entre sí en retracción. Todos estos son importantes músculos estabilizadores de la escápula.
Los romboides están asociados con el hígado y los músculos trapecio medio e inferior están asociados con el bazo. Junto con el páncreas, el bazo también se relaciona con las emociones involucradas en la baja autoestima y las dudas sobre uno mismo.
Una caja torácica rígida haría que los pulmones no puedan expandirse completamente para recibir una respiración profunda y completa. La rigidez puede limitar el flujo sanguíneo hacia y dentro del corazón. Una caja torácica como armadura es un factor limitante para la práctica de Pranayamas y muchas posturas de yoga, especialmente torsiones y flexiones (que requieren extensión espinal), porque su rigidez evita que la columna torácica se mueva a través de su rango normal de movimiento. La falta de extensión torácica en las flexiones hacia atrás puede contribuir al dolor lumbar y de cuello causado por la hiperextensión de la columna lumbar y cervical (generalizada) para compensar la falta de movimiento de la espalda media.
El trabajo consciente con la respiración es una de las mejores formas de mejorar la movilidad de la caja torácica, estirar suavemente los tejidos blandos torácicos y abrir el espacio del corazón. Observa que normalmente cuando nos sentimos amenazados, ansiosos, presionados para actuar, con la necesidad de protegernos o defendernos; generalmente resulta en contener la respiración o respirar con patrones superficiales y erráticos, corto y agitado. Estos patrones de respiración defensivos causan tensión muscular en las mismas áreas que estamos tratando de abrir, así como agarre en la parte superior del abdomen, lo que restringe el movimiento normal del diafragma.
Es por esto que constantemente les decimos respira lenta y profundo, pues solo así podemos soltar la rigidez de la caja torácica e ir desarmando la armadura, que finalmente es tensión acumulada.
Tenemos millones de receptores en nuestros músculos, tendones y articulaciones. Estos receptores envían un flujo constante de mensajes a nuestro cerebro y sistema nervioso que detallan la forma en que transportamos y movemos nuestros cuerpos. Físicamente podemos volver a entrenar nuestros músculos para sujetarnos y movernos con mayor facilidad. Mientras que regular la respiración tiene un efecto purificador y calmante en nuestro estado mental. Adaptar nuestra postura, reentrenar nuestros patrones de movimiento y respiración, así como el uso de la visualización, mantras y nuestra poderosa intención espiritual pueden transformarnos física, emocional, mental y espiritualmente.
EN LO ESPRITUAL
Es importante visualizar el corazón en tres diemensiones. La primera lógicamente el corazón desde el punto de vista fisiológico, el cual bombea sangre a todo nuestro cuerpo, órganos y cerebro. Es el que nos mantiene vivos.
Cuando hablamos de corazón, también nos referimos de ese lugar en el pecho en donde radican nuestras emociones tanto las positivas, como las negativas. Ese centro medular por el que pasan todas nuestras emociones y reacciones cuando estamos tristes, enojados, enamorados, etc.
Sin embargo existe, una tercera dimensión que desde nuestra perspectiva es la más importante, Hrdaya nuesto corazón espiritual. Hrd en sánscrito significa el más interno. Ramana Maharishi lo define como nuestro verdadero Ser, la conciencia pura. Este concepto está respaldado en las escrituras antiguas, incluidos el Yoga Sutra y el Katha Upanishad. Y se refiere al corazón inmutable, el que nunca cambia. El que se mantiene ecuanime. Nuestro cuerpo es nuestro templo y nuestro corazón más íntimo es el santuario dentro de ese templo donde habita la luz de nuestra conciencia. Esta luz es la manifestación del amor que es nuestra naturaleza divina.
Abrir el corazón, significa soltar esa armadura rígida, para dejar que nuestro corazón más puro y verdadero salga a la luz y lo ilumine todo. Cualquier sufrimiento que experimentemos es en realidad la separación del amor que existe dentro de nosotros mismos, nuestra verdadera naturaleza. Se trata de dejar al descubierto nuestro corazón más íntimo a nosotros mismos, solo así podremos eliminar el dolor. Abrirnos a la experiencia espiritual de nuestro verdadero Ser es el propósito de nuestra existencia. Cuando el corazón está abierto nos conectamos con el amor, ese que no tiene explicación, ni remitente, que simplemente se siente sin motivo y sin razón, solo por el mero hecho de existir. Somos amor, esa es nuestra naturaleza, no lo olviden.
¿Estás list@ para cambiar tu vida?
#Juntemonosahaceryoga
Namaste