PSICOLOGÍA DETRÁS LAS POSTURAS: PIERNAS Y PIES

En esta ocasión hablaremos sobre la psicología y carga emocional que guardan nuestras piernas y pies.

Nuestras piernas son quienes nos llevan hacia adelante en la vida, están íntimamente relacionadas con las decisiones que tomamos. Las articulaciones de las piernas desde caderas, rodillas y tobillos contienen una gran cantidad de conocimiento sobre dónde nos encontramos mentalmente en un momento dado, aprender a conectar con ellas, de eso se trata este post.

El estrés, el miedo, la ansiedad, la precaución, el aburrimiento, la inquietud, la felicidad, la alegría, la confianza, la sumisión, el letargo, la alegría, la sensualidad y la ira pueden manifestarse a través de los pies y las piernas.

Durante millones de años, nuestro sistema límbico se aseguró de que nuestros pies y piernas reaccionaran instantáneamente ante cualquier amenaza o preocupación; su fiabilidad ha asegurado, en parte, nuestra supervivencia.

 

Las articulaciones de las piernas hablan…

La cadera, es el lugar de encuentro para que cualquier decisión se forme y luego se lleve a cabo y  se traslade a lo que queremos en nuestras vidas. Esta es la información que define entre lo que queremos y lo que estamos dispuestos a hacer para conseguirlo. Es el área en donde se reúne la información, digamos que funciona como la estación central en donde emocional y energéticamente podemos escuchar lo que sentimos con respecto a la decisión que queremos tomar.

Por otro lado, las rodillas son las que nos llevan hacia adelante o nos mantienen estancados, y está directamente relacionado con la menta. Éstas serán quiénes nos avisen cuando estamos teniendo problemas para tomar alguna decisión en nuestras vidas. Puede ser que comencemos a sentir ciertos dolores, que se nos hinchen, que nos las golpeemos accidentalmente o nos lesionemos. Cuando tomamos una decisión clara sobre algo y comenzamos a dar  pasos en dirección a que cobren vida, las rodillas comenzarán a aliviarse.

Los tobillos representan la dulzura de la vida y si estamos limitando las cosas que nos brindan placer o alegría, son los tobillos los que pueden comenzar a actuar.

Psicología detrás de los músculos de las piernas…

  • Los cuádriceps, son los protectores, representan confianza y poder. Nos ayudan a saltar y detenernos rápidamente. Estos músculos nos protegen cuando estamos atascados en algún lugar y no sabemos qué camino tomar. Cuando necesitamos tomar una decisión, las caderas señalan el camino y las rodillas nos guían, pero los cuadriceps son quiénes nos llevan. Si estamos  en coherencia emocional, es decir que lo que pensamos y sentimos está alineado, podemos confiar en que los cuadriceps nos moverán y cuidarán de nosotros. Por el contrario, si nos encontramos perdidos,  en caos o confusión, los cuadriceps se sentirán más pesados ​​en el cuerpo.

 

  • Las pantorrillas: Si tomamos una decisión que no está alineada con nuestro corazón, es probable que lo resintamos en las pantorrillas. Físicamente, los músculos de la pantorrilla bombean sangre de regreso al corazón. Por lo que éste corresponden a la energía del corazón que llevas en todo lo que haces. Si sueles sufrir de tirones en esta parte del cuerpo, reflexiona sobre ¿qué te estas forzando  a hacer que tu corazón no quiere?.

 

  •  Tibial anterior, se encuentra junto a la espinilla y tiene que ver con la intensidad. Y es quién nos da soporte cuando finalmente tomamos decisiones y avanzamos. Puedes identificarlo fácilmente, tan solo levanta tu  dedo gordo del pie y observa como el tibial  se muestra, tal como lo hará cuando finalmente levantemos todo el pie y demos ese primer paso hacia lo que queremos en nuestras vidas.

 

  • Los isquiotibiales no son muy emocionales, son como los guardaespaldas  de la parte inferior del cuerpo que nunca sonríen. Son fuertes, firmes, protectores y pueden parecer bastante estoicos. Los isquiotibiales están estrechamente relacionados con la tensión de toda la línea desde los glúteos hasta los pies. Es importante en nuestra búsqueda de avanzar en nuestras vidas para brindar a nuestros isquiotibiales tanto apoyo como nos brindan a nosotros. Esté dispuesto a inclinarse un poco y usar buen calzado. Incluso cosas fáciles como sentarse contra una pared y poner las piernas rectas contra la pared para simplemente permitir que estos músculos se suelten un poco. Los isquiotibiales están conectados a nuestra capacidad de soltar y confiar, lo cual tiene sentido porque están vinculados a los pliegues hacia adelante: posturas de rendición. También están conectados con el miedo: a menudo nos agarramos los isquiotibiales cuando entramos en modo de lucha o huida, lo que tiene sentido si el cuerpo se está preparando para huir a un lugar seguro. Si tendemos a querer controlar la vida, es posible que tengamos los isquiotibiales tensos. Algunas personas también dicen que los isquiotibiales están relacionados con el hecho de que nos reprimimos de alguna manera, reteniendo nuestro poder, creatividad o plenitud de autoexpresión por miedo. Liberar los isquiotibiales requiere centrarse en ese difícil equilibrio entre dejar ir el control y salir al mundo con plena confianza de que la vida nos llevará a donde debemos ir.

¿Y qué hay de los pies?

Los pies tienen un punto de inicio y finalización de los canales meridianos de energía en todo el cuerpo, de acuerdo a la Medicina Tradicional China. Son los lugares de percepción al igual que las palmas de las manos.Cada experiencia significativa de la vida se muestra en nuestras manos y pies. Son los buscadores y los guardianes de la sabiduría desde fuera de nosotros y desde dentro.

Los pies absorben energía y sienten su entorno desde cualquier fuente exterior e ilustran el mapa desde su fuente interior. Andar descalzos y caminar al aire libre (se refiere a la conexión a tierra) puede tener un efecto significativo en nuestra salud. Los pies atraen la energía sagrada de la tierra y también liberan la energía de nuestro cuerpo.  A veces, cuando nos sentimos completamente solos y perdidos en el mundo, podemos obtener una increíble cantidad de claridad a través de nuestras manos y pies.

Nuestras piernas se relacionan con nuestro caminar en la vida.  La indecisión puede ser agotadora en todos los sentidos. Tener dolor, tensión, hinchazón o pesadez en las piernas requiere más introspección dependiendo de en qué parte  de las piernas sienta que surgen los problemas.

¿Cómo aprovechar esto en nuestra practica de Ashtanga?

Como sabemos todo está conectado, mente y cuerpo funcionan al unísono. La práctica regular y constante no solo nos permite tener el cuerpo en forma, relajar nuestra mente, sino también nos permite conocernos más y mejor.

Principalmente la primera serie de Ashtanga “Yoga Chikitsa”, trabajamos mucho la flexibilidad de los isquiotibiales, quiénes están íntimamente relacionados con la espalda baja. Todas las posturas de flexión hacia adelante trabajan la parte posterior de las piernas, invitándonos a activar cuadriceps para proteger rodillas. La posición de los pies es de vital importancia, como sabemos las posturas se construyen de abajo hacia arriba, por lo que si tus bases, es decir tus pies, no están bien puestos en el tapete, el equilibrio y construcción de la postura no será el adecuado poniendo en riesgo la postura.

La invitación como siempre es ver más allá de lo evidente, ser curiosos de nosotros mismos y dejarnos escuchar lo que el cuerpo tiene que decirnos.

¿Estás listo para cambiar tu vida?

#juntémonosahaceryoga

Namaste!

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